Los gatos son curiosos y este libro es, en cierto modo, un homenaje a esa curiosidad: curiosidad por los paisajes, por conocer otras personas (y animales), por ir en busca de nuevas cosas a las que poner nombre… No es extraño que el título original fuera Crónicas de un gato viajero (旅猫リポート), pues eso hace Nana a lo largo del libro: viajar en busca de un nuevo hogar, ahora que el dueño que lo recogió de la calle ya no podrá hacerse cargo de él.
El narrador de la historia es el propio Nana: un gato no solo curioso, también sibarita, presumido, fanfarrón… y con buen ojo para comprender los sentimientos humanos. Esa empatía casi instintiva la conocen bien quienes aman a los gatos, desmintiendo el mito de los felinos como seres huraños. Ya Natsume Sôseki concibió todo un libro narrado por un gato, y de hecho esta novela arranca con la misma frase inicial: «Soy un gato y todavía no tengo nombre».
A cuerpo de gato es una lectura más ligera que la gran obra de Sôseki. Con un estilo fresco y poético, la autora nos habla del poder de los recuerdos: los que compartimos una vez con gente a la que ahora vemos poco y también los recuerdos nuevos que forjamos día a día. Al reunirse con viejos amigos del colegio y la universidad, Satoru, el dueño de Nana, hará las paces con su pasado. La autora sabe dosificar la información y jugar con las líneas temporales, reservándose varias sorpresas que emocionan al lector, especialmente en la segunda mitad de la historia. Y así lo que parecía una mera novela humorística acaba calando hondo.
Aunque Satoru no pueda conservarme a su lado, yo no habré perdido nada. Habré ganado el nombre de Nana y mis cinco años de vida junto a él. Si no hubiera conocido a Satoru, jamás lo habría conseguido. Seré más feliz habiendo encontrado a Satoru de lo que lo habría sido si no lo hubiera conocido.
El viaje de Satoru y Nana nos lleva a conocer a personajes entrañables, pero también recorreremos paisajes de todo Japón: desde el Pabellón del Templo Dorado de Kioto hasta las tierras nevadas de Hokkaido, pasando por remotas zonas rurales o el asombro del monte Fuji. Tal como Nana nos cuenta, por mucho que lo hayas visto en fotografías y dibujos, no comprendes su verdadero impacto hasta que lo tienes delante. Y eso es lo que ocurre con las mejores cosas de la vida, ¿verdad? Que hay que vivirlas para conocerlas de verdad. Con optimismo y generosidad, A cuerpo de gato nos recuerda justo eso.
Hiro Arikawa saltó a la fama tras ganar el premio Dengeki que la editorial MediaWorks otorga a autores noveles. Desde entonces, ha publicado numerosas novelas, muchas de ellas históricas. Editado por Lumen, A cuerpo de gato es el primer libro suyo que se traduce al castellano, pero estamos convencidos de que pronto llegarán más, pues su estilo nos ha recordado al de otras escritoras populares como Hiromi Kawakami o Kazumi Yumoto.
A cuerpo de gato te gustará si… crees que la compañía de un animal puede ser terapéutica.
En la librería Haiku encontrarás este y otros libros protagonizados por gatos.