Aunque se ambienten en un Japón casi perdido, con sus casas bajas de puertas correderas, músicos de shamisen, geishas despreocupadas… las novelas de Tanizaki siempre sorprenden por su modernidad. No solo en las formas (por ejemplo, Sobre Shunkin alterna varias voces y fuentes para hilvanar el retrato de la protagonista), sino sobre todo en los temas. Fue un autor que se atrevió a hablar de los deseos más íntimos del ser humano, los que uno no le contaría ni a su mejor amigo.
Produce fascinación leer sobre estos personajes contradictorios, vulnerables, muy humanos. En Sobre Shunkin, asistimos al peculiar romance entre una bellísima pero severa maestra de shamisen ciega y su sumiso enamorado: primero sirviente, luego aprendiz, finalmente compañero inseparable. No entiendes cómo una persona puede sentirse más atada a alguien cuanto peor le trata y más distante se muestra, y al mismo tiempo lo comprendes perfectamente: comprendes a Sasuke en sus complacientes sacrificios.
Si quieres dedicar tu vida al arte, aunque te duelan todos los huesos del cuerpo, deberás apretar los dientes y aguantar. Si no eres capaz de hacerlo, dejaré de ser tu maestra.
La novela también se presta a la elucubración: ¿ocurrieron los hechos tal cómo se narran o quizá alguien los manipuló de forma interesada? ¿Quién fue la víctima, si es que hubo alguna? Así, una historia presuntamente romántica se convierte en misterio donde el único detective será el lector, que cierra el libro lleno de dudas. A la cuidada traducción de Aiga Sakamoto, se suma un esclarecedor prólogo de Carlos Rubio que recomendamos leer al final.
Ya desde su primer relato publicado, Tatuaje, Jun’ichirô Tanizaki levantó polémica con su perversa visión del erotismo. Sus obras a menudo fueron prohibidas por la censura imperial, considerándolas inmorales o, incluso, «afeminadas» en tiempos de guerra. Llevamos unos meses de vorágine tanizakiana, con la reciente publicación de esta novela, el recopilatorio Cuentos de amor (Anagrama), pronto El elogio de la sombra en edición especial de Satori (traducido directamente del japonés) y la primera traducción al catalán de El tallador de canyes (Viena).
Sobre Shunkin te gustará si… te fascinan los impulsos humanos más inconfesables.
En Haiku tenemos todos los libros de Junichirô Tanizaki.